[dropcap size=big]E[/dropcap]s otro platillo consagrado.
Cabe mencionar sus orígenes prehispánicos.
Las manadas de bisontes o cíbolos llegaban a pastar hasta tierras hoy mexicanas, aunque en menor cantidad que hacia el norte.
Esa era la caza más codiciada, además de venados y berrendos, y como la abundante carne de una pieza obtenida rebasaba las necesidades momentáneas de las tribus seminómadas, la restante era secada al sol para su posterior consumo.
Entonces surge el tasajo o machaca o machacado, llamado así porque se golpeaba la carne con una piedra para adelgazarla y así deshidratarla mejor.
Un inigualable desayuno norteño